Encontró su éxito al interpretar la canción “Inocente” de Vargas, ganándose el reconocimiento del público. Esta experiencia marcó el inicio de su carrera, llevándolo a rendir tributo a Vargas, no solo por su parecido vocal, sino también por su amor compartido por el vallenato.

Wilmer, manteniendo su autenticidad, ha continuado su carrera con pasión y talento, apoyado por su familia y sus raíces vallenatas.

Su éxito, basado en la sencillez, humildad y entrega, lo ha llevado a componer su mejor melodía: su familia, con Dios como guía.